Nos hizo recordar el amigo Rudy Reinoso,
igualmente uno de los pioneros de Los Alegres Caminantes una actuación que se
realizó de la Farsa y Justicia del Señor Corregidor en el Palacio de
Miraflores, más propiamente en el Palacio Blanco.
Ahí estaban unas cuantas personalidades
de la farándula y la política (muchos políticos también son faranduleros),
entre los primeros estaba nuestro Simón Díaz, el tío Simón.
A puertas cerradas empezó la obra. Todo
se desarrollaba normalmente… hasta que llegó la escena donde le corresponde al
Posadero pegar gritos de auxilio y a sus perseguidores que lo detuvieran y se
detuviera.
El susodicho entra y continúa la obra…
Sin saber los actores que se encontraban dentro del salón qué más allá de las
puertas… por supuesto, al terminar la presentación fueron informados:
Resulta que la Guardia de Honor se
alertó al escuchar los gritos y se dirigió a toda prisa hacia donde estaban los
actores que quedaron afuera. Con sus armas los apuntaron, entre ellos al
personaje de El leñador por ser uno
de los últimos a quien le correspondía entrar y que no era otro que nuestro
amigo Eliseo… Tuvo que salir, si mal no recordamos, David Trejo y explicar lo
que ocurría… Por suerte no pasó de ahí y de ser una anécdota más para contarla.