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martes, 27 de enero de 2015

EXCURSIONISMO

El grupo en un principio se creó como grupo juvenil que convocaba a discusiones de problemas sociales, luego terminaría siendo el grupo de teatro popular número 1 del sector oeste de Caracas. Se fundó en base al excursionismo y en ese contexto puedo decir que cada vez que podíamos y las actividades teatrales no lo impedían, planeábamos algún viaje. Al principio lo hacíamos en autobuses, pero pasado el tiempo Rudy compró un vehículo rústico Land Rover, conocido como el Jeep de Rudy, y el cual usábamos como transporte en nuestros viajes… Pero… Pero siempre había un “puente” o unas vacaciones en la cual planificábamos un viaje y le planteábamos a Rudy ir en el “Jeep”. El ponía como excusa que los cauchos que tenía no servían, que estaban muy desgastados… Terminábamos entonces recolectando dinero para comprar los cauchos. Pasaban 3 o 4 meses y nos planteábamos otro viaje y resultaba la misma historia con los cauchos… y nosotros haciendo “la vaca” de nuevo. (Creo que Rudy montó una reencauchadora y que nos resultaba más barato seguir viajando en autobús).
Tratando de hacer memoria me vienen recuerdos de algunos viajes, como el que realizamos a Los Caracas en autobús: Canelón, Antonio, Cheo, Chicho (Antonio Rojas), Roberto García, Makibo y yo. Nos dirigíamos a la piscina, la cual yo no sabía que era de agua salada. Al llegar a ella y ver los toboganes todo el grupo comenzó a lanzarse. Me llegó el turno de hacerlo. Al llegar al agua y darme cuenta que era salada, sentí que se me fueron los tiempos y me estaba ahogando (por pensar que había caído en el mar). Cuando reacciono y trato de subirme a la espalda de Cheo para salir de la piscina éste creyó que lo estaba ahogando a él también… En esa piscina no permitían que la gente se bañara en pantalones largos y uno de los muchachos no había llevado traje de baño, y cada vez que se metía se presentaba un negro que era el salvavidas y lo obligaba a salirse. Fueron muchos los intentos, pero siempre aparecía el negro y lo sacaba (no llegaba a durar ni 3 minutos en el agua). Fue tanto el fastidio del salvavidas que de regreso en el autobús hacia Caracas, cada vez que ese muchacho se estaba quedando dormido nosotros le gritábamos: ¡Viene el negro, viene el negro!... y este separaba sobresaltado.
Otro viaje de impacto fue un tour por la región del occidente del país. Lo realizamos en el jeep de Rudy, hacia los pueblos del sur del Estado Lara hasta llegar a la población de Biscucuy. En este viaje fue el velorio de “trapito”, que era una franela que tenía puesta uno de los muchachos y la cual se la rompieron encima (de esto quedó la foto “orando por el trapito”.
Otro punto fue el del gallo que apareció en una carretera solitaria cuando uno de los muchachos propuso que nos paráramos para agarrarlo. Así lo hicimos, pero cuando nos bajamos del vehículo para atraparlo (no sabemos de dónde) aparecieron unos tipos mal encarados y armados con unos machetes, teniendo nosotros como respuesta que pegar tremenda carrera, montarnos en el jeep y salir picando cauchos.

Y la historia del señor que casi se toma completa la única botella de ron que a duras penas habíamos comprado. Por el camino compramos una botella de ron, llegamos a una casa que nos había prestado un tío de Rudy para pasar la noche. Apenas nos habíamos instalado se desató un pequeño diluvio que duró como dos horas, con neblina y su correspondiente dosis de frío. Alguien se acordó de dicha botella, que se había quedado en el carro, pero ninguno se quería mojar, teniendo que esperar que cesara la lluvia para traerla. Cuando al fin la fuimos a buscar se apareció el señor, mayor, que al ver la botella nos pidió un trago y al concederle el mismo casi que se toma la botella completa, teniendo nosotros que arrebatársela, quedando como cuatro dedos de licor con el resultado de quedarnos pelando y con frío, porque donde estábamos no había donde comprar otra.

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